Con tan solo 17 años, Víctor Moroni se inicia en el rubro del acero inoxidable bajo el alero y experiencia de su padrino, Víctor Parra, con quien trabajó fielmente durante 13 años, acompañándolo hasta 1996, periodo en el que toma la difícil decisión de independizarse.
Bajo este gran desafío, Víctor Moroni construye los cimientos de su primer proyecto al cual bautizó como Sociedad Nacional de Metales, SONAM, empresa conformada junto a sus socios de aquel momento. Con el correr de los años, la empresa que levantó con sus propias manos creció exponencialmente, ganando un espacio en el mercado chileno como uno de los mayores importadores de acero inoxidable, lugar que mantiene sólidamente al día de hoy.